domingo, 20 de febrero de 2011

Potencialidad de cambios en la Organizacion con la formacion de nuevos cuadros


La formación Profesional en el ámbito gremial es esencial para la creación de nuevos cuadros dirigentes y, por supuesto, para su natural trasvasamiento generacional.
Por empezar la Formación Profesional no es solo una formación de carácter técnico profesional para el compañero trabajador, sino que es también (o debe serlo) un afluente de conocimientos mas amplios, ya que incorporar a nuevas generaciones implica también incorporar una dinámica distinta en los conocimientos y los contenidos de la formación del Delegado. El delegado de base es una pieza vital en la estructura gremial, es un vinculo, una articulación directa entre la masa de afiliados y la crema dirigencial; por lo que es misión de este , por un lado, canalizar las necesidades de los compañeros afiliados (o no necesariamente) hacia la estructura; y por otro lado, desglosar, traducir o moldear (en términos comunicacionales) directivas o acciones hacia la base estructural. Y esto porque la organización, si bien es de base por sus características, tiene y debe tener una conducción que la vuelva orgánica, y esa organicidad se torna como tal a partir de la “observación objetiva y subjetiva” de quien conduce.
Juan Perón, en su manual de Conducción política establece que, siempre en la conducción de las Organizaciones (conceptualizacion que seguramente extirpa no sin éxito de la historia militar) hay también cuadros auxiliares de conducción. Y los auxiliares son aquellos que están en el campo de batalla, los que observan directamente y relevan la información necesaria para la mas optima toma de decisiones, la fibra mas sensible del feedback que vuelve eficiente, en materia de objetivos, a la Organización. Por lo que la formación, capacitación y adecuación de nuevos cuadros es esencial al funcionamiento de la estructura Sindical.

El conocimiento

Conocimiento no es sinónimo de información. La información puede entendérsela hoy dia de una forma mercantilizada, de hecho en el mundo es una mercancía cada vez mas preciada, en las economías mas desarrolladas las mas grandes corporaciones compran y venden información. Pero el conocimiento no debiera mercantilizarse, aunque se lo intenta y mucho (valga el mejor ejemplo de ello: Universidades Privadas) pues el no tiene propiedad alguna mas que la de su autor, pero para poder acceder a ella no debiera haber impedimento alguno. Lo cierto es que en la formación de cuadros dirigenciales dentro de la Organización, el conocimiento mas que contenido es herramienta; tanto un obrero sin herramientas como un dirigente sin conocimientos constituyen el colmo a la dialéctica del Amo y del Esclavo Hegeliana, no hay reconocimiento en ellos mismos, no hay espíritu.
Qué conocimientos deba adquirir un cuadro, eso lo decide la Conducción General de acuerdo con las expectativas y los objetivos de la Organización. Sin embargo pudiendo separar a estos saberes en, por un lado: conocimientos generales y por otro lado, conocimientos específicos, se puede determinar la primaria necesidad de ingerir el segmento general y mas teórico de los saberes que se deben instruir. Otorgar estos conocimientos es dotar a los cuadros de una cierta cosmovisión; a veces cuando se ocupan determinadas posiciones estratégicas, cargos, o secretarias es necesaria cierta visión –apertura si se quiere- de la realidad y los compañeros necesitan conciliar teorías para poder comprender algunos funcionamientos estructurales, o articulaciones sociales o políticas que solo se entienden a otro nivel. Formar a este nivel es casi siempre tan importante como la formación especifica que deben adquirir los cuadros.

Los cuadros –futuros dirigentes-

“Por eso digo que en la conducción no son solo los valores materiales los que cuentan. Y no es solo la inteligencia del individuo la que actúa. Actúan también sus sentimientos, sus valores morales, sus virtudes. Un hombre sin virtudes no debe conducir y no puede conducir aunque quiera o aunque deba.”
Cuando hay una “masa objeto” que captar los cuadros conductores son esenciales en el funcionamiento, y por ende su formación también lo es. Pero primero y principalmente, como se advierte en Conducción política, un cuadro tiene que tener valores y virtudes propias de su individualidad. Lo que nos lleva a entender tal cual lo sugería Perón que la conducción es un Arte, y cuando hablamos de arte hablamos de la puesta en juego de la individualidad, aquello que es propio del sujeto, de su historia particular y donde logra su reconocimiento en la producción que de sus manos sale.
A partir de estos pilares debe erigirse la guía que enderezara y mostrara el camino que hay que recorrer. Como dijimos anteriormente el Delegado es la articulación “vital” de una Organización, desde la base y hacia la base de sustentación de esta. Es algo que la verticalidad orgánica no puede perder de vista puesto que, de cegarse ante sus necesidades y propuestas, la estructura puede caer en una fractura comunicacional donde la cabeza pierde el control absoluto de los pies y ese es el comienzo de la ruptura, de ahí la importancia en la metodología de comunicación que también debe ser parte de la formación, respuestas dinámicas nos aproximan a la eficacia. Pero a pesar de ellos lo primero que hay que entender es que la cabeza de los cuadros no es un envase vacío que hay que rellenar, sino que este tiene una determinada forma a la que hay que adecuar (sin deformar) los lineamientos o doctrina generales que forman los pilares básicos de la Organización, y es el cuadro el que también debe predisponerse a recibir esos conocimientos tan esenciales para su cotidianeidad.

A modo de conclusión

Y es justamente ahí donde reside la capacidad de cambio, la potencialidad superadora de las Organizaciones: en la dinámica y constante formación y “re-formación” de los cuadros intermedios y/o auxiliares, pues esto erradica por un lado viejas costumbres (como practicas paleo políticas que tienden a la eternizacion y oxidación de valores que no propenden a un bienestar general sino mas a beneficios particulares), y por otro lado permite que la propia estructuración de las Organizaciones mamen frescas subjetividades: ideas, propuestas, criticas, y mano de obra nueva, todo en favor de ellas, nada mas qué y solo por ellas.