lunes, 6 de julio de 2009

BAÑADITOS, DESCANSADITOS Y A UNA SEMANA

PuNtO UnO: Una sensación amarga que no se puede guardar en el bolsillo.

Hay que decirlo. Tenemos todavía ese miedo, ese pañalcito sucio que hace notar, el olor a pánico que poseemos los argentinos. Pánico para dar el paso decisivo, para consolidarnos en una alianza nacional entre el capital y el trabajo, en pos del desarrollo y todas sus implicancias, es decir, creación de tecnología, ampliación de las redes de energía, reestructuración y expansión de la infraestructura pública, sembrar a todos los puntos cardinales el gasto público, solo por nombrar algunos puntos.
En fin, todavía nos falta (perdón, todavía tenemos miedo de) dar ese pasito que nos permita ubicar a la Argentina como un gran Polo Regional de desarrollo industrial, pero de esas micro industrias que hoy son, otra vez, el amanecer nacional, porque ellas –y solo ellas- nos dignifican con la mayor capacidad de trabajo asalariado, junto con el Estado.

PuNtO DoS: Entrando en análisis del ser político Argentino.


Esta bien, se pueden hacer miles de análisis (sobre todo ya a una semana del domingo electoral), y por mas subjetivo o parcial que suenen estas palabras creo que se nos aferró bien adentro esa costumbre de que NO PODEMOS ASPIRAR A SER MEJORES, como argentinos, latinoamericanos, como obreros, políticos, como personas...Si, como personas!! Como a toda sociedad moderna -o en proceso de modernización- se nos ha enseñado que lo político es un espacio apartado, hoy denigrado, caricaturizado, y solo disponible para cierta elite. Es decir se presenta el dilema marxista: “el burgués nos divide las aguas para que los sectores populares no ocupen “el cielo” con las manos llenas de barro. Entonces claro, ser político, o “politiquero” no tiene onda, es out; o para qué serlo si ya hay gente que piensa en uno, entonces me puedo dedicar a hacer mi vida normal, meramente “civil” y “No Política”-claro porque soy un A-político.
Si quiero seguir el hilo marxista de la cosa, acá es donde la Burguesía triunfa en su dominación: cuando cercamos al peligroso enemigo lejos de las estructuras estatales transformadoras (porque el Estado hoy demuestra ser la única Estructura Transformadora de la sociedad), se tiene entonces el camino libre, libre de intereses contrapuestos. Un Marista, Nicos Poulantzas, habla en sus textos de las luchas internas que ofrecen las estructuras e instituciones (sobre todo dentro del Estado), o sea la contradicción interna de intereses que se concreta en las pujas intra institucionales. Personalmente creo que los mejores ejemplos de esta hipótesis lo pueden brindar las democracias parlamentarias europeas. Pero si se logra introducir en las Psiquis lo “malo, fuera de moda, corrupto, indecente, incoherente, indeseable, etc..” de lo político en si, cosificado, y no comprendemos que lo político, en primer lugar, no es “algo” que esta escindido de lo social o lo “civil” sino que representa nuestro potencial humano, porque es nuestro don, lo político es lo que nos hace humanos, nos transforma en ese “Zoom Politikon” aristotélico, puede estar en él la herramienta de cambio, lo transformador, lo revolucionario en las estructuras; pero solo cuando el actor transformador se organiza y toma conciencia de si, y entre si a partir de las necesidades compartidas.
La pregunta es, ¿Qué pasa con el Pueblo? ¿Qué pasa con esa gran masa de trabajadores de bajo y mediano rango, con los sin techo, con los parados del 2001 que volvieron a la fabrica, o a la oficina, que se conformaron nuevamente en engranajes de la maquina productiva? ¿Qué pasó con los trabajadores estatales y no estatales que volvieron a poder pelear por sus sueldos, que pudieron volver a sentarse con sus patronales a exigir sus condiciones con el amparo del Estado?
Para, por lo menos, tener ganas de responder e indagar en el analisis a estas cuestiones hay que introducirse en factores activos con los que ya trabajaré.

3 comentarios:

  1. bueno facu, soy juanma, muy interesante la reflexión yo creo que más que el argentino como ser nacional, la militancia es la que tiene miedo a dar ese salto, que se yo, buenos nos vemos en la semana

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  2. debo reconocer lo interesante de la reflexión, pero tambien no debemos olvidar que el gobierno llego a un techo, el cual puede verse reflejado en las candidaturas testimoniales de los intendentes del conurbano (como fuente de presión y de lealtad al gobierno) ante una posible derrota como la que sucedio. Resumiendo, el modelo kirchnerista no supo organizar el gran movimiento social que pueda ponerle un freno a las pretensiones oligarquicas, muchas de las cuales se observan a 1ra vista en el estudiantado universitario porteño-feudal del interior

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  3. mmm lo del pañal me causo cosa, igualmente comparto parte de tu opinión...

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